Sin piedad

Aumenta el maltrato de mujeres en España. Hace años el hombre que pegaba a su mujer lo hacía de manera impune, no se consideraba un delito, nadie quería meterse en lo que se calificaba de "problemas de matrimonios". Afortunadamente somos más civilizados y hemos ganado mucho en reconocimiento de los derechos humanos y ahora existen leyes que castigan a esos cobardes agresivos, pero todas las medidas aplicadas hasta el momento no son suficientes para frenar esa vesania. Ya no sólo se trata de malos tratos, sino que se agrava con crímenes. También se producen muchos casos de violaciones, como si se hubiera abierto la veda contra las mujeres o fuese una epidemia de caza y captura producida por algún virus de machismo incontrolado que viniera de oscuros tiempos ancestrales. Hay que preguntarse a qué grado de trastorno llegan esos hombres, qué miedo tienen, qué odio y qué complejos de inferioridad les mueve a castigar a las mujeres que tienen a su lado. Son delincuentes de la más baja estofa. Sin duda es un problema de educación y de cultura, pero mientras eso se soluciona sólo caben unas leyes más duras y ni una mínima consideración hacia los culpables.