TODOS SE QUERELLAN

Se han querellado contra dos series españolas de televisión porque se hizo burla de un personaje en coma y se llamó tullida a una embarazada. El humor negro es típico de este país (¿qué hubiese sido de Berlanga si no?) y los autores bastante tienen con su autocensura y las leyes vigentes como para tratar de no ofender a colectivos y grupos en sus obras de ficción. Sería imposible la creación. Se les puede exigir buen gusto, pero es demasiado colocarlos frente a la justicia cuando cualquiera se sienta herido por el tratamiento que se le dé a alguien de características parecidas. Sería absurdo, pero podría suceder, que por esas dos mismas series se querellasen los porteros de fincas, los padres de los porteros, los presidentes de comunidad, los ancianos, los vegetarianos, los hermanastros, los propietarios de bares, propietarios de videos, mecánicos de coches, profesores, directores de banco, etc. La liberta de expresión tiene que estar por encima de esas consideraciones siempre que no se ofenda a alguien en concreto.