EL CIRCO DEL VATICANO
La muerte del Papa ha desatado el fervor de muchos creyentes, también la histeria y la mitomanía, como si de una estrella del espectáculo fuese, y en parte lo era. El Vaticano se beneficia del carisma de este personaje y obtiene propaganda gratis y mundial con la exhibición de su enfermedad, agonía y muerte, con la colaboración del afectado, de las personas que le han rodeado y de los medios de comunicación que nos saturan durante horas contándonos lo mismo una y otra vez, y aún quedan los días de exposición del cadáver (toda una atracción turística, con el agotamiento de los artículos de recuerdo incluido), las colas desfilando, el funeral y la fumata blanca. De lo que no nos enteraremos será de la lucha interna por el poder, propia de un Estado absolutista. Mientras esto sucede no dejarán morir al príncipe Rainiero, pues sería un fallecimiento con sus correspondientes ceremonias muy deslucidos, y los altos representantes políticos de los países no podrían acudir a dos sitios a la misma vez para homenajear a los muertos ilustres.
0 comentarios